Extraña forma de vida, de Pedro Almodovar: Un desierto multicolor

Hay algo hipnótico, dulce, e incómodo, en la forma que tiene Pedro Almodóvar de convertir treinta minutos en una eternidad. Y el mediometraje western Extraña forma de vida, protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal, dura unos momentos, pero arrastra consigo el peso de veinticinco años de silencio entre dos personas que una vez fueron amantes Tal vez todas razones para justificar por qué pasó fue récord en España pero también pasó desapercibido.  Rodada en el desierto de Tabernas, Almería, la película es un espejismo que se materializa bajo el sol inclemente del exterior y el cálido interior del hombre. Silva cabalga por la arena infinita hacia el encuentro con Jake, el sheriff de un pueblo perdido en la nada mientras el horizonte es una metáfora: árido como la fotografía, complejo como los colores de los corazones escondidos debajo de sus armas.

Disponible en MUBI desde octubre de 2023 (que también puede verse en Max), esta pieza que se ve en una sentada, desafía los códigos del género con la sutileza del maestro de las sensibilidades.
El título, tomado de un antiguo fado portugués, resuena con la melancolía de los encuentros distantes como un espacio liminal donde habitan las pasiones. No es un himno de la diversidad, sino una apuesta por la actuación de Pascal y Hawke que construyen sus papeles desde la herida. Palabras, disparos y silencios, en media hora almodovariana que logran lo que otros no consiguen en dos horas: desnudar las complejidades del deseo sin caer en estereotipos ni concesiones.
Presente en Cannes 2023, esta arma corta contribuye delicadamente con la carrera del manchego, experto en amores inusuales pero posibles. El desierto de Almodóvar, un mundo que pone la diversidad bajo ese sol, nos acercamos a formas de vida que son, efectivamente, nada extrañas.
Pareciera ser un mensaje contra la inteligencia artificial y las verdades dadas, pero es una duda sobre los colores, las personas y sus balazos.-


Comentarios