Vimos Anora, la nueva película de Sean Baker (que tanta alegría nos había dado con The Florida Project -2017-). Candidata a protagonizar los Oscars, ya se alzó con la Palma de Oro en Cannes, un gran performance para un filme de cine independiente.
La película hace foco en la vida de una striper y aborda la problemática de género, así como la tensión entre las clases sociales. Un poco onírica, bastante caprichosa, se zambulle en el mundo de las acompañantes con preocupación, pero sin falsas moralidades. Anora mira de reojo los excesos juzgándolos con maternidad, y una selección musical maravillosa. Un mundo turbio es transitado con una dulzura cándida, sensiblemente más sofistica y juvenil que Florida, caracterizada por una visión a la altura de los ojos de un niño.
Muy recomendable, pero no desenfrenadamente como parte de su trama, debe ser vista por mérito propio así como integrar la familia Baker. Le había puesto un ocho y con el tiempo, como con las cosas abstractas, le subió la nota a un muy buen nueve.-
La película hace foco en la vida de una striper y aborda la problemática de género, así como la tensión entre las clases sociales. Un poco onírica, bastante caprichosa, se zambulle en el mundo de las acompañantes con preocupación, pero sin falsas moralidades. Anora mira de reojo los excesos juzgándolos con maternidad, y una selección musical maravillosa. Un mundo turbio es transitado con una dulzura cándida, sensiblemente más sofistica y juvenil que Florida, caracterizada por una visión a la altura de los ojos de un niño.
Muy recomendable, pero no desenfrenadamente como parte de su trama, debe ser vista por mérito propio así como integrar la familia Baker. Le había puesto un ocho y con el tiempo, como con las cosas abstractas, le subió la nota a un muy buen nueve.-
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