Córdoba, una ciudad doctoral, rebelde y cuartetera

(Para Notify / Gamba)

Mañana 6 de Julio, Córdoba, nuestra Ciudad, cumple 446 años.
Seguramente Jerónimo Luis de Cabrera, ese fundador díscolo y andaluz que nos bautizó en estas tierras, pasó frío.
Debe haber sido una mañana de escarcha y miedo porque, además de la hostilidad de los valerosos originarios, Jerónimo debía fundar la ciudad en la zona de Salta y, desobedeciendo las instrucciones del Rey, vino aquí.
Mientras el escribano leía el acta fundacional, al borde del Suquía, en la zona de barrio Yapeyú, el fundador subía una historia en el instagram de las leyendas sin saber que desde entonces y hasta la parada de los trolebuses acá cerca, en Plaza Colón, nosotros seríamos felices pero él moriría ejecutado por el garrote vil debido a su rebeldía.
Nueva Distinción Jerónimo Luis de Cabrera, 
creación de Adrián Manavella

Pasaron años en los que Córdoba estaba habitada por unos 14 colonos además de los nativos, pero ya en ese tiempo, los vuelos lowcost y el olor a café con leche del Bar Sorocabana atrajeron a una población que hoy pisa el millón y medio de cordobeses.
De todas las solicitudes de nacionalidad cordobesa al principio de nuestros tiempos, los jesuitas se destacaron especialmente. Ellos traerían un ánimo progresista, una carga cultural excepcional y las semillas para que germine nuestra Universidad. Los Jesuitas serían eliminados del grupo poco tiempo después. Pero sus claustros, así como el Colegio Monserrat, le sumarían a Córdoba, para siempre, una personalidad única.
Con la herencia del grito comechingón, el desenfado sevillano de Jerónimo y la juventud universitaria, nuestra Ciudad pasó a ocupar un lugar especial en el sistema astrológico.
Temperamental como una muchacha nacida bajo el signo de cáncer, es revolucionaria desde siempre
Sin ir muy lejos, acá, en este corazón celeste que abraza Radio Gamba y la Plaza de la Música y se llama Barrio Alberdi, se encendió la mecha de la Reforma Universitaria, y también se escucharon los latidos más fuertes del Cordobazo.
Tan conservadora como agitadora, nuestra ciudad idolatró por igual a Juan Filloy -el escritor de tres siglos-, y a Rodrigo El Potro -el cantante de tres décadas-.
Es que somos así, una ciudad … doctoral, rebelde y cuartetera.


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