No Prólogo

(Prólogo del libro Tensiones. Selección de conferencias del Programa de Formación en Gestión Cultural)

La película La Ciénaga (2001, Lucrecia Martel) forma parte de una familia de films particulares, probablemente presidida por la joven Caché (2005, Michael Haneke). Se trata de casos cinematográficos donde se apuesta a la inteligencia de los destinatarios de estas obras, quienes se supone, tienen una curiosidad que va más allá de la linealidad hollywoodense. Se trata, en esta familia fílmica, de piezas cuyos autores consideran al espectador lo suficientemente lúcido como para completar lo que ha visto con su propio final, con el remate que le apetezca. Las suposiciones aportadas terminan siendo, en estos casos, hipótesis personales y proyecciones propias de miedos, angustias, certezas y líneas de puntos trazadas por mano propia entre los elementos provistos por los realizadores. Digamos que los autores dejan una parte de la autoría en manos de los consumidores.

Tensiones, esta compilación de literalizaciones pertenecientes a una selección de conferencias ofrecidas en el marco del ciclo Meeting Point – Programa de Formación en Gestión Cultural viene a rubricar la misma apuesta, la de los films antes mencionados. Es una hoja de ruta para que el lector trace las líneas de puntos entre los referentes seleccionados. El resultado, abierto y tal vez esquivo, incluirá su propio punto de vista, su decisión. Y si algo es seguro, es que ese cierre teórico no está escrito sino por redactarse, en cada caso, luego de la lectura. Me temo que este no-prólogo (una construcción que parece homenajear a León Gieco y su “Ojo con los Orozcos”) va a ayudar poco al lector en el abordaje de las discusiones sobre conceptos, poco a poco, consensuados en un marco de diversidad de “voces lanzadas a la arena de los debates actuales sobre la cultura” siguiendo lo planteado por Lic. Daniela Bobbio en su introducción: por esto centraremos lo venidero en una suerte de presentación del contexto.

Cabe, eso sí, hacer una aclaración sobre la selección realizada.

En este ejemplar el lector encontrará textos de algunos de los autores, sobre una totalidad que participó del ciclo. Los presentes han sido seleccionados y, sobre todas las cosas, reunidos, siguiendo el criterio de tensión que da nombre a la compilación.

La elección de una palabra polisémica como tensión (o tensiones) tiene gracia si se contempla que en física se considera a la tensión, la “fuerza que impide a las partes de un mismo cuerpo separarse unas de otras cuando se halla en distintos estados”, y que en otras ramas del saber refiere al estado de diferenciación u oposición entre personas y grupos. Poniéndose más exquisito, uno podría decir que en el campo de la electricidad, la tensión, su diferencia entre dos puntos, produce la circulación de corriente.

Reunidos, diferentes y generando circulación de corriente, estos autores hablan de distintos campos de la gestión cultural, a la vez que sus voces en conjunto son una postal de la diversidad, riqueza y heterogeneidad de miradas que hoy ocupan las discusiones teóricas de la cultura.

El Centro Cultural España-Córdoba

Con ubicación en Entre Ríos 40, pleno centro de la Ciudad de Córdoba, y www.ccec.org.ar, pleno centro virtual de la internet, es una institución que se apresta a cumplir diez años de vida. Esta trayectoria describe el intento por constituirse en una factoría de ideas. Algo que le imprimió su director, Daniel Salzano, en las primeras comunicaciones de la casa y que retomó la prensa en 2006 al hablar del premio Premio 'Hugo Parpagnoli' al Museo o Institución cultural del año 2005. La casa nace en 1998, fruto de un acuerdo internacional entre la Agencia Española de Cooperación Internacional, hoy AECID, y la Municipalidad de Córdoba, con el propósito de brindar difusión a nuevas tendencias estéticas, ofrecer resguardo a artistas emergentes y aquéllos provenientes de la autogestión, y crear un polo de producción artística iberoamericana en constante sinergia con otras instituciones. Uno de sus rasgos más sobresalientes es la profesionalización de sus recursos humanos, que llega a los públicos, por ejemplo, a través de una política comunicacional desenfadada y potente.

La mirada crítica, el diálogo intergeneracional, la innovación, y la estructura de programación interdisciplinaria diseñada como una malla compuesta por programas articulados, son otra de sus principales características.

Los programas

Los programas implementados desde la apertura del CCE.C, así como la propuesta inclusiva tanto de destinatarios de las actividades, como de manifestaciones artísticas y culturales, han ido imponiéndole al centro diversos proyectos para abordar una heterogeneidad de ámbitos culturales y artísticos en los que incidir. Siempre intentando explorar nuevas demandas y propuestas innovadoras que complementen la oferta existente o instalen ejes de discusión conceptuales, se montaron planes que van desde Viaje al Centro del Arte, formación en historia del arte del Siglo XX, hasta espacios estrellas como el Agosto Digital y las Jornadas de Artes y Medios Digitales. Algunos de estos aun persisten. Otros lo hacen fuera de la institución, y un tercer grupo goza de la sensación de haber sido un páramo contemporáneo a una problemática puntual, para luego desaparecer. Mencionarlos en su totalidad sería imposible, pero sí cabe resaltar los Simposios de Prácticas de comunicación emergentes en la cultura digital; los Festivales Anima, de animación audiovisual; El proyecto De vaca a yegua, para el diseño de indumentaria; La feria Papel de Armar, Foro de edición independiente; las distintas ediciones de las Bienales de Arte Emergente; los espacios de Diseño Tipográfico; C+D, el ciclo de cultura y desarrollo; Las Muestras del festival de videoclip; Basura, Diseño y Reciclaje, de diseño sostenible; Atlas Sur, el ciclo de pensamiento político latinoamericano; los ciclos infantiles como Haga sonar a sus hijos y Sinsópalis; Magnetoscopio, el ciclo de videoarte iberoamericano; Hipervínculo programa iberoamericano de dramaturgia; el ciclo Música con todas las letras (música y literatura); o, entre otros, los programas de escritura teatral Solos y Solas y De A 2. De todos ellos, ahora toca el turno de documentar el Programa Meeting Point, que al haber alcanzado tres años de continuidad, fue bautizado domésticamente, como MP3.

El Programa Meeting Point

Este ciclo pionero en Córdoba y el interior del país, pretendió ser un espacio de encuentro para la discusión de las nuevas perspectivas que surgían en torno a la problemática de la Gestión Cultural. Una materia que en 2003, cuando el ciclo daba sus primeros pasos, estaba comenzando a encontrar eco en la ciudad y provincia de Córdoba y que venía a acompañar un puñado de proyectos que sí habían comenzado a implementarse en Capital Federal. El ciclo, además de encuentros monumentalmente concurridos (en las primeras ocasiones se debieron trasladar las presentaciones al anfiteatro del Cineclub Municipal por problemas de espacio) pretendió hilvanar poco a poco, los ejes teóricos que hacen al campo como han sido comunicación y cultura, industrias culturales, identidad cultural, gestión de proyectos artísticos y, concretamente, de exposiciones, derechos culturales, etc.

La heterogeneidad de las voces, así como sus procedencias y miradas enriquecieron el ambiente a tal extremo que al año siguiente ya estaba en funcionamiento la primera oferta académica de formación en producción y gestión cultural local, de la mano de la Universidad Blas Pascal. Seguirían esa senda, años más tarde, la Fotogalería de la Escuela de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba, la Incubadora de Industrias Culturales comunal, y tantos otros proyectos que corroboraron la emergencia del espacio de pensamiento.

Tal vez, además de su carácter pionero, otro factor determinante en el curso del “Meeting” fue su interinstitucionalidad. Casi una política del centro. Desde la casa se estrecharon vínculos con diversos espacios como la propia AECI, UNESCO, la OEI, el Observatorio de Industrias Culturales, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Bs. As. así como diversos espacios con la intención de generar la mayor diversidad y riqueza de aportes en el marco del programa.

(Sigue en Los participantes del ciclo y La nueva generación de nativos de la gestión cultural)

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