El Centro de Arte Contemporáneo Chateau-Antonio Seguí acaba de inaugurar una exposición que festeja el legado de Osvaldo Pons (1925/2000) con motivo de su centenario. Se trata de un arquitecto y diseñador que propuso reconvertir a la luz y la forma en lenguajes capaces de contener la condición humana. "Celebración. 100 años de luz y forma" no es solo una muestra, es una invitación a un diálogo íntimo con la arquitectura y el diseño, a través de diferentes espacios expositivos que describen -junto a un documental- la producción de quien fuera autor de las cúpulas del complejo ferial de Córdoba, los espacio de la Flor en Escobar (Buenos Aires), la bóveda de cañón corrido del Club Newell´s Old Boys (Rosario), el Club San Jorge (Santa Fe), la Fábrica de Chocolates Arcor (Colonia Caroya), el Puente de La Carolina, la mítica pirámide de la discoteca Keops (en Carlos Paz), y muchas otras obras que -controversiales en su momento-, hoy componen un legado tan poderoso como luminoso.
En la inauguración, el patio del Centro de Arte Contemporáneo se puede ver a Miguel Ángel Roca referirse al edificio Baoro de los 80s, ubicado en Obispo Oro y Buenos Aires, enfrentando a los Capuchinos. Destaca su aporte a la Hipólito Yrigoyen y su vestimenta de hormigón armado y un cierto brutalismo -estos meses tan cinematográfico- conformando una trama estética diferente a la existente en Nueva Córdoba.
Pons, con su visión, nos recuerda que su arquitectura es mucho más que simples estructuras: se trata del reflejo de nuestras aspiraciones convertidos en espacios y luz. Son organismos vitales, mutantes botánicos que, al recorrer la muestra, las personas habitamos -un verbo muy de moda- y entramos a la mirada inquieta de quien, además de empresario y docente, fue un inventor de formas y estructuras.
Recorrer el proyecto es una experiencia transformadora -como ya nos tiene acostumbrados el Centro de Arte Contemporáneo y la gestión de Pagano, su director-. "Celebración. 100 años de luz y forma" es un imperdible viaje a un creador y un cuerpo de obras que hemos tenido siempre en frente pero que le debíamos una mirada atenta y cariñosa, como él la tenía de esta ciudad.-
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