Ripley, la serie de Netflix es una recomendación que hago sin miedo a equivocarme. Se trata de una adaptación del libro de la autora norteamericana Patricia Highsmith (quien además de varias entregas sobre Ripley, tiene obras muy reconocidas como Crímenes bestiales).
Este contrastante personaje que le pone nombre a Ripley, concretamente, ya fue película en dos ocasiones: la primera, protagonizada por un sensual Alain Delon en 1960, y una segunda entrega protagonizada por Matt Damon, con Gwyneth Paltrow, Jude Law, Cate Blanchett y Philip Seymour Hoffman.
La tensión asfixiante del texto es interpretada con la fuerza de actuaciones que elevan los textos a esa angustiante mezcla de los comportamientos humanos cuando el miedo, la envidia, la amistad, o la traición y el amor están entremezclados exactamente como en la vida. Esta condición humana está retratada en un profundo blanco y negro de agudos encuadres que nos recuerdan lo mejor del cine de todos tiempos, empezando por Fellini.
Hay obras que nacen clásicas, atemporales, capaces de describir la opulenta decadencia de las personas, y este es el caso de Ripley cuyo dramatismo exquisito vuelve a recordarnos la potencia del cine y la conmoción del lenguaje audiovisual.-
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