Cierre de Ciclo en Turismo de la Municipalidad de Córdoba

He terminado mi labor en la Dirección General de Turismo y Promoción de la ciudad de Córdoba, y la posterior dirección de Turismo Cultural con una gran alegria, infrecuente para un final. Fue un tiempo maravilloso en el que abundaron desafíos, algunos de enorme complejidad como todo el proceso dela pandemia, pero en el que ciertamente el disfrute fue protagonista. Desde dirigir el tránsito en tiempos de aislamiento -qué locura por Dios- hasta cada programa de potenciación posterior de la actividad turística. Pocas tareas son tan nobles y enorgullecen más que promover nuestra Ciudad, traducir para las personas toda su seducción y belleza.

Un grupo humano extraordinario dentro de la Municipalidad de Córdoba me permitió ingresar en la enorme familia del turismo y todos sus parientes, con especial mención de la gastronomía. De cada sitio, proyecto, y mesa de trabajo,me dejó inquietudes intelectuales y huellas en mi corazón “Llévate solo los recuerdos, deja sólo tus huellas” dijo el Cacique Seattle.
Aunque el eje del trabajo estuvo dado en programas de captación de visitantes, pudimos desplegar mucha de la creatividad que caracteriza a los cordobeses a partir de un diagnóstico construido de forma colaborativa con todos los actores del sector. Hicimos foco en un modelo de turismo urbano donde el patrimonio, la gastronomía, y nuestra propia identidad fueron protagonistas. Como correlato montamos un conjunto muy importante de colecciones que agrupan recursos y atributos, entre las que se destacan algunas como bodegones, bares y cafés notables, restaurantes emblemáticos, turismo religioso, Córdoba y el deporte, experiencia cuarteto, Córdoba de noche, Güemes 100 bares en 8 manzanas, patrimonio de la humanidad y tantas otras. Además impulsamos grandes acontecimientos como las hackatones de turismo, y luego la maratón, la vuelta ciclística, y los rallys de autos antigüos. Más cerca del turismo cultural, la noche de los cementerios, la noche de los templos, la noche de las peatonales, y el programa enamorados de los mercados.
Solo tengo palabras de gratitud para el nuevo equipo de la subsecretaria, para quienes me recibieron en 2019 con calidez, para mi colega día y noche, en aburrimientos y delirios, Sofía Nicolossi, y para el dueño de los mejores exceles de Córdoba, Pablo Blanco.
De todas las amistades que me llevo del ejecutivo municipal -y que son muchas, pero muchas más que las que hubiera calculado en mi momento de mayor optimismo-, señalo con todos los dedos de las dos manos a Miguel Siciliano, tan curioso como entusiasta de la ciudad, tan astuto como caballeroso.
Por supuesto que, para cerrar el capítulo agradecimientos, la potente apertura que demostraron Martín LLaryora y Daniel Passerini a la hora de entender al turismo como una de las actividades con mejor índice triple Impacto de la economía local, ha sido un diferencial para el sector.
Si este trabajo ha sido un viaje, fue enorme, siguiendo la cita que Tim Cahill que dice “Un viaje se mide mejor en amigos que en millas”.


 







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