Todos los Cordobeses comos Pérez

En la novela Zapatos Italianos, el escritor sueco Henning Mankell (sí, hay otros grandes escandinavos además de Stieg Larsson) propone un personaje extraño. Se trata de una joven mujer manca que ha perdido accidentalmente un brazo y con ello la promesa de una importante carrera deportiva. Sin embargo, su mayor frustración es no poder aplaudir. Para este personaje, la antiquísima costumbre del aplauso, una práctica que ha acompañado siempre a la humanidad desde que el hombre desea expresar su gratitud, es la sal de la vida. Aplaudir, y que un aplauso solitario se vaya multiplicando en ecos y estos homogenizando en un solo ritmo que reúna a los asistentes es una experiencia inigualable. Ella lo sabe y lo añora. Un aplauso en solitario, el segundo que secunda dubitativo, el tercero… y un bramido en catarata posterior son una de las experiencias más intensas de la vida. Un momento de alegría compartida. Una conexión, el broche de oro de una vivencia grata, el premio al esfuerzo arriesgado. Alguien se ha lucido y todos, en cadena, queremos que se sepa. Como el Museo Municipal Genaro Pérez, que con mucho esfuerzo, ha inaugurado una segunda invasión de exposiciones demostrando que también hay cosas buenas en la Municipalidad, que hay personal comprometido, ideas y vida. Marcela Santanera, su nueva directora y un renovado equipo de militantes de la causa cultural como Jaime Díaz Gavier, han seducido a un mar de jóvenes para que se apoderen de forma contundente del museo y de todos los espacios del edificio. La presencia nocturna de un beso adolescente en la reja, y unos peinados ideales para la charla intelectual en el foyer así lo demuestran.

Aunque todos los museos y sus patrimonios pretenden ser una síntesis de sus pueblos, la ambivalencia casi esquizofrénica de la propuesta del Genaro Pérez, con una colección permanente tradicional (1000 obras con preferencia de precursores del SXIX y clásicos del SXX) y un primer piso con muestras temporales de artistas locales jóvenes, radicales, y comprometidos con la contemporaneidad nos pinta a la perfección. Eso que es Córdoba, dos antípodas: revolución y tradición, renovación universitaria y academicismo de naftalina está acá, en pleno centro, en el museo de todos nosotros. Y el público lo celebra.

Se dice que es de mal gusto aplaudir antes del final de la función, pero los asistentes al museo, la ciudad toda, ha de estar de pie e ir al museo, porque esa visita será vernos en un espejo sin tiempo. Si el Museo Caraffa estaba sosteniendo sólo la expectativa de toda la ciudad desde hace tiempo, ahora el Genaro Pérez se más hace visible. En sus salas ya se escucha, presten atención cordobeses, se está incrementando un aplauso lento que ganará seguidores, uno, dos… y el rumor reverberante que empieza a llegar desde los asientos del fondo.


(Obra de Cecilia Jausoro; fuente blog del museo)


Los datos: Museo Municipal de Bellas Artes Dr. Genaro Pérez . Av. General Paz 33. Entrada Libre y gratuita. 0351-4341646 . http://museogenaroperez.wordpress.com

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