Una película sobre la empatía y el dolor social

Lars y una chica de verdad (Canadá, USA, 2007) es una película con guión de Nancy Oliver y dirección de Craig Gillespie. Con buenas críticas, estuvo nominada al Óscar por mejor guión y su actor principal Ryan Gosling obtuvo el Globo de Oro a mejor actor de comedia. Se presenta como comedia, aunque su clima frío y oscuro cambia las expectativas inmediatamente después de empezar. Lo cierto es que hace reír poco y reflexionar mucho. 

El film hace foco en la condición de Lars, que es presentado como una persona con algún grado de Trastorno del Espectro Autista y que arrastra una historia turbulenta  con su constelación familiar. Estas circunstancias se traducen en una dificultad para relacionarse socialmente hasta que aparece en escena una primera novia llamada Bianca (cuyas características serán descubiertas por quien elija esta película en Youtube -en el link del comienzo-, Netflix, o Prime).  La incomodidad de los vecinos de Lars con su pareja, en una pequeña y gélida población, serán un reflejo de la angustia que esta cinta produce en el espectador. La socialización literalmente le duele al protagonista, hasta que él mismo descubre que la comunidad de su pueblo puede ofrecer niveles de empatía profundos y verdaderos. Un ramo de flores de plástico “que duran para siempre” son una metáfora, una lección para quienes se llenan la boca hablando de empatía mientras ejercitan el músculo del juicio y la falta de comprensión.-