Vimos Mickey 17 (2025), la nueva película de Bong Joon-Ho que había dirigido Parásitos -un hitazo de 2019 con muchos premios y gran taquilla (¡qué antigüedad!)), incluyendo el Oscar a Mejor Película y Mejor Película de habla no inglesa.
En esta ocasión, la película retoma algunas obsesiones presentes en la filmografía del director coreano, que ya aparecían en Okja (2017, con una Tilda Swinton impresionante).
En Mickey 17 actúan Robert Pattinson, Steven Yeun y grotesco Mark Ruffalo, para contar una fantasía espacial protagonizada por -como hemos visto en otras películas de Joon-Ho- unos perdedores sociales que, en lugar de redención, sencillamente buscar escapar, pasar desapercibidos, mezclarse en el tumulto. Acá va una apuesta más alta del director que, basado en un libro de Edward Ashton, considera a sus personajes seres descartables.
Para quienes apreciamos la familia que, en distintas generaciones, conforman Stranger Things, Interestelar, o Alien, esta obra de ciencia ficción y conquista de otros planetas va a resultar atractiva.
Luego, la prometedora hipótesis de un viaje colonizador como solución a la degradación terrestre (que es una gran plataforma de lanzamiento -con una crítica más o menos mordaz sobre procesos totalitarios-), en esta ocasión no convence. Parece un clon, una imitación de sí mismo.
A medio camino entre una poética que no aparece, indefinidamente cómica o trágica y correctamente ideológica, tiene sus momentos y una música excelente, pero no está a la altura de otras obras, inclusive del mismo director.-
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