Condensar el flujo de la historia: Diez datos para 40 años de Volver al Futuro

(Publicado en el Transeúnte Insomne, Hoy Día Córdoba, 26 de Junio de 2025)

Hay pocos casos de una película, más precisamente de una trilogía, con una mecánica tan  vigente y empática con diferentes generaciones como Volver al Futuro. Su tema central, justamente el tiempo, pareciera no afectar un viaje perfecto por la aventura, el humor, la acción y la ciencia ficción. Acelerando a todo lo que da, este clásico celebrado por el abuelo, el hijo y el nieto, se estrenó en julio de 1985 en Estados Unidos, y llegó a Argentina en diciembre de ese mismo año. Era una época hermosa con muchos cines en cada ciudad, en cada barrio, y Córdoba era la capital mundial de la butaca.

Su segunda entrega fue en 1989, mientras que el tercer capítulo llegaría en 1990. Para entonces, además de las salas de cine, su versión en VHS era la clase de cinta que siempre estaba alquilada en los videoclubes. Sentados en el asiento del acompañante en  esta saga siempre vigente, conducimos a toda velocidad entre estos datos poco conocidos.


1. Bob Gale, guionista de la película, desarrolló esta fantástica historia revisando el anuario escolar de su papá y preguntándose ¿hubiéramos sido amigos de haber coincidido en la escuela?
2. Inicialmente la máquina del tiempo iba a ser una heladera y no el recordado auto DeLorean. En ese caso nunca hubiéramos escrito sobre esa película.
3. El DMC DeLorean se fabricó sólo dos años, entre 1981 y 1982. Fue el único modelo de la empresa. Tenía un diseño futurista con puertas “alas de gaviota” y no llevaba pintura sino que estaba terminado en aluminio. Su motor trasero, bastante inusual, tenía corazón V6 pero su potencia era de apenas 130 caballos de fuerza. En términos comerciales fue un fracaso y la firma quebró con cerca de 9000 unidades vendidas. En 1995, cuando el coche de Marty ya era un mito, un empresario nostálgico compró los derechos de DMC para reiniciar su fabricación sin demasiado éxito. Nuevamente en 2017, se lanzó una nueva edición. Eso sí, con 400 caballos de fuerza.
4. El director Robert Zemeckis, que hizo ¿Quién engañó a Roger Rabbit? entre la primera y segunda entrega, tuvo muchos problemas para filmar la película: el guión fue rechazado 44 veces antes de conseguir fondos para rodar. Y eso que la producción era de Steven Spielberg.
5. Una de las principales razones de los rechazos era el enamoramiento de la madre adolescente con su propio hijo, un asunto considerado incestuoso por las productoras.
6. Hay varias marcas en escena, pero se destacan Pepsi y Nike que respondían al deseo del escritor de “firmas que crean cierto tipo de realidad”. Declarada clásica, la saga impulsó la  existencia de la Pepsi Perfect (presente en el segundo episodio) que salió en 2015, para los 30 años del estreno. Las Nike Air Mags, que se atan solas, aún no llegaron a locales de Dexter pero en su momento se hicieron 1500 pares para coleccionistas. En Ebay las ofrecen a 20.000 dólares.
7. Además de marcas, hay numerosas pistas y chistes internos. Un ejemplo divino es el matón y contrincante de Marty MacFly, el patético Biff Tannen. Su nombre está inspirado en un gerente que había tenido desavenencias con el director y fue inmortalizado en la ficción como un intimidante perdedor.
8. Christopher Lloyd es el Doc. Emmett Brown. Después de sentenciar “Adonde vamos no necesitamos carreteras" (que seguro lo dijo porque no había viajado por Argentina), fue el tío Fester en Los locos Addams, Kruge en Star Trek III: En busca de Spock, entre muchos otros personajes.
9. Ralph Macchio, que protagonizó Karate Kid, rechazó el papel de Marty McFly y lo aceptó Eric Stoltz que fue el primer Marty. Pero pisó el freno y se bajó a pocas semanas de iniciado el rodaje.
10. Michael J. Fox, en realidad debería llamarse Michael A Fox porque su segundo nombre es Andrew, pero este actor candiense adoptó la "J" en homenaje al actor Michael J. Pollard.
Fue diagnosticado con parkinson a los 29 años y, aunque mantuvo su actividad actoral, en 2000, fundó una asociación para la investigación del Parkinson que según el The New York Times es la voz más creíble del mundo en la investigación de la enfermedad. Además de su actividad en la fundación escribió varios libros considerados superventas mundiales.

Emblema de un tiempo retrofuturista, cada vez que vemos Volver al futuro nos vamos en el DeLorean por una ruta paralela a todas las épocas mirando nuestros grandes momentos en el parabrisas. Tal vez de eso se trata viajar en el tiempo: recordar que los sentimientos, así como nuestros seres queridos, son perpendiculares al ritmo de los almanaques.-


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