Ayer fue día de inauguraciones en el Museo Dionisi, dependiente de la Agencia Córdoba Cultura.
Más allá del edificio, que siempre merece ser visitado por su belleza arquitectónica, se pueden recorrer tres muestras maravillosas: por un lado tenemos una colectiva denominada Punto de inicio con trabajos de Marianela Mattos, M. Beatriz Ojeda, Ornella Taricco y Matías Wonko que propone un interesante recorrido por la producción de jóvenes de menos de 35 años. Todas las piezas tienen una temática diversa y plural.
En el piso superior se exhiben propuestas de la fotógrafa italiana Letizia Battaglia. En este caso se trata de un esfuerzo conjunto con el Instituto Italiano de Cultura que presenta una labor testimonial de fotoperiodismo, centrada en la estética del blanco y negro, con Sicilia y su gente como protagonistas indiscutidos. Una posibilidad privilegiada de acceder al legado de una trabajadora de la imagen de dilatada trayectoria, con instantáneas que pasan de la dulzura al crimen sin solución de continuidad.
La propuesta se completa con una maravillosa exposición monográfica de Azul Cooper.
Los trabajos están cargados de color y saltan desde los marcos y las paredes hacia el volumen.Con frescura y contundencia, la abstracción se hilvana con el espacio y vence las formas tradicionales ablandándose. En ese ejercicio, desde el interior, envuelven al corazón del museo, y se quedan en mirada de los visitantes hasta el día siguiente. Una exquisitez.
Hasta el 28 de julio, frente a Plaza España.
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