Temporada de emociones intensas para cordobeses y turistas en Córdoba Ciudad

(Publicado por La Voz del Interior, en la Sección Opinión del 29/6)

Este último 21 de junio se lanzó la nueva temporada turística de invierno. No fue un acontecimiento más, sino que estuvo atravesada por una pasión inusual. Las razones de esa carga emotiva son diversas pero un diferencial es que el músculo turístico recuperó su máxima fortaleza. Recordemos, por ejemplo, que el Hotel Quinto Centenario -ex Sheraton-, es un coloso que se desperezó y comenzó su nueva andadura en este primer semestre de 2023. 

Desde la Ciudad, en el lanzamiento, presentamos una batería de propuestas que incluyen la realización de Taninos Wine Fest, el encuentro de bodegas más importante del país (a beneficio de Fundación Vaso de Leche), así como una nueva edición del Festival de Música Barroca. En este caso se trata de un acontecimiento cultural que realza el legado musical como cruce entre el mundo europeo y nosotros, los americanos. Los conciertos tendrán lugar en hitos del patrimonio arquitectónico como nuestra Compañía de Jesús y el Colegio Nacional de Monserrat. Luego se completará el circuito en Alta Gracia y Colonia Caroya.

En este mismo periodo también habrá más motivos emocionantes, como la reapertura del Teatro Municipal Comedia, tal vez el más alto honor que pueda enarbolar la Secretaría de Cultura. También se estrenó la colección turística dedicada íntegramente a los remozados espacios públicos que se denomina Córdoba a Cielo Abierto. Este nuevo conjunto de recursos turísticos está curado por la divulgadora Agustina Lopez. Las selecciones, inspiradas en Walter Benjamin “...un coleccionista es un intérprete del destino que reúne elementos dándole un nuevo sentido…”  han sido el hilo invisible de estos años de trabajo, con ejemplos como Bares y Cafés notables, por Dante Leguizamón; o Mujeres destacadas de Cristina Loza, entre tantas.


Volviendo a los espacios públicos de la ciudad, la Plaza Colón, el Parque Las Heras - Elisa, o el Sarmiento -verdaderos ámbitos de ciudadanía y definición inequívoca de lo urbano- serán protagonistas y caja de resonancia del sentir cordobés. Lanzada en invierno, se trata de recursos que se disfrutan en todas las temporadas, como se puede observar cada fin de semana al recorrer la ciudad. 


Una fiesta histórica 

Sin embargo, lo más emocionante es que durante Julio celebraremos a la Ciudad en su cumpleaños número 450. Una fecha con tanta potencia que pareciera meternos en la historia grande. Al alzar la vista más allá de este invierno, y con la luminiscencia de tantos años por celebrar, Córdoba es un destino urbano que invita todo el año. Gastronomía, industria y legado religioso, así como espectáculos, museos y una noche vibrante atraen, cada vez más visitantes. Nunca perdamos de vista que el año pasado se batieron todos los récords de afluencia de turistas,interpelando también a los propios cordobeses.


Nuestros invitados especiales

Como grandes anfitriones que somos, queremos que esta fiesta sea convocante. Además de turistas, nuestra historia estará presente porque nos define y enorgullece. Sin dudas, jesuitas, universitarios y doctores de linaje, así como anarquistas con olor a camarote, saldrán desde sus épocas para caminar la calle con motivo de una celebración tan llamativa. Autores, testigos y detractores de revoluciones estéticas, y contrarrevoluciones ideológicas nacidas, y crecidas en nuestra Ciudad, visibilizan a nuestra personalidad, tan encantadora como controvertida.


Pero lejos de ruidosas diferencias, estamos convencidos que en la mesa del fondo de La Perla, Juan Filloy y Rodrigo “el Potro” compartirán una milanesa (porque ahí son muy grandes) esperando que llegue Antonio Seguí, después de terminar uno de los borradores del hombre urbano con una de sus maravillosas corbatas, y ánimo de hacer una ronda de café. Los debates se estirarán por la siesta, hasta que la decisión de conocer como quedó restaurado el Palacio 6 de Julio les invitará a estirar las piernas. 

Habiendo remontado la Colón, subirán por La Cañada, justo en ese horario de la tarde cuando las tipas arropan con calicanto las aguas para combatir el fresco de Julio. En ese momento, el oleaje -que para nosotros es más sonoro que el mar- trae los primeros sonidos que bajan pegaditos, desde el Barrio de Güemes, cuyos bares comienzan a alistarse. También se siente el aliento conservador de una parte de Ciudad y, nuevamente las tipas, ventilarán esas ideas con la brisa de la tarde, esa que sopla con aires de la Reforma Universitaria y sabor a Cuarteto. 

Unos tañidos recuerdan que están en territorio creyente y, al levantar la vista hacia los campanarios, el olor a goma quemada del Cordobazo completa la postal donde los tres invitados al aniversario número 450 de Córdoba, entre miles de mujeres y hombres que han forjado nuestra identidad diversa, contestataria y divertida, abandonan todo debate para consensuar que -independientemente de ideologías- les une un convencimiento pleno: poliédrica, inclusive antagónica en sus movimientos, acá todos estamos enamorados de este misterioso trozo de mundo llamado Córdoba.


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