Una utopía distópica: la educación pública

Acá estamos con Constantino. Tiene 10 años y mañana es el día del Estudiante.
Le tocará, como a su hermano Remo, una jornada atípica.
Se me viene la palabra "distópico" que aparece recurrentemente y me resulta una fórmula relamida, aunque la compruebo cuando les veo en clases con sus auriculares, haciendo gimnasia frente a un compu, tomando karate por zoom.
Pero esta noche, cerrando aulas en meet, subiendo actividades en moodle, también quiero recordarles la utopía de la educación pública.
Al menos yo, hijo de clase media, he sido beneficiario de la educación pública en el primario (Mariano Moreno), secundario (Colegio Nacional de Monserrat), terciario (Escuela Lino Enea Spilimbergo), dos universidades (UNC y UNTREF) y la instancia -actual- de Maestría en Gestión del Patrimonio Cultural. Por eso estoy dispuesto a quedarme dormido sobre el teclado repasando clases y foros antes de ir al trabajo mañana temprano.
Siento que somos la utopía dentro de la distopía, como docentes, como alumnos, como padres y, me dan ganas de no dejar de estudiar. De convencer a más personas. Ganás poco, pero ganás muchísimo.
A seguir estudiando, a seguir sumando sustantivos de valor a la mochila!
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