[Sobre el Himno Nacional Argentino interpretado por La Mona en el Teatro San Martín]
La Mona Jiménez -con unas mayúsculas cada vez más grandes- presentó este 9 de Julio su versión del Himno Nacional Argentino. A título personal me parece un hallazgo por donde se lo mire.
Hemos tenido la alegría de escuchar versiones con la impronta del Chamamé (por cierto firme candidato a ser declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por UNESCO), con instrumentos autóctonos (con arreglos y dirección de Lito Vitale) y auspiciado por el Ministerio de Cultura de la Nación, y tantos otros como el de Charly, o esa hermosa reunión donde participaron desde Dante Spinetta, Jorge Rojas, Miss Bolivia y muchos intérpretes más. Sin embargo la Mona, en la madurez de su producción, recién se anima a plantearlo.
La propuesta tiene un conjunto de arreglos leales al ritmo del cuarteto, y también fieles a las necesidades del himno: ser una pieza muy nuestra, propia, emocionante y reflejo de esa diversidad que nos enorgullece a los argentinos.
La sentida solemnidad de Jiménez se percibe desde el primer arreglo, en la primera toma de ese Teatro y Coliseo estupendo, y proyecta un enorme respeto.
De hecho, es un acto de generosidad ofreciendo todo ese respeto que gran parte de la sociedad le debe a nuestra música popular, el cuarteto.
Si históricamente los bailes han tenido una belleza dionisíaca, perturbadora y alegre, para citar a Eco en su Historia de la belleza, este himno tiene una serenidad medida y armoniosa, propia de la belleza apolínea. Un atrevimiento apasionado que el propio Nietzsche celebraría.-
Acá el video:
https://www.youtube.com/watch?v=ntCuzsNP2To
La Mona Jiménez -con unas mayúsculas cada vez más grandes- presentó este 9 de Julio su versión del Himno Nacional Argentino. A título personal me parece un hallazgo por donde se lo mire.
Hemos tenido la alegría de escuchar versiones con la impronta del Chamamé (por cierto firme candidato a ser declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por UNESCO), con instrumentos autóctonos (con arreglos y dirección de Lito Vitale) y auspiciado por el Ministerio de Cultura de la Nación, y tantos otros como el de Charly, o esa hermosa reunión donde participaron desde Dante Spinetta, Jorge Rojas, Miss Bolivia y muchos intérpretes más. Sin embargo la Mona, en la madurez de su producción, recién se anima a plantearlo.
La propuesta tiene un conjunto de arreglos leales al ritmo del cuarteto, y también fieles a las necesidades del himno: ser una pieza muy nuestra, propia, emocionante y reflejo de esa diversidad que nos enorgullece a los argentinos.
La sentida solemnidad de Jiménez se percibe desde el primer arreglo, en la primera toma de ese Teatro y Coliseo estupendo, y proyecta un enorme respeto.
De hecho, es un acto de generosidad ofreciendo todo ese respeto que gran parte de la sociedad le debe a nuestra música popular, el cuarteto.
Si históricamente los bailes han tenido una belleza dionisíaca, perturbadora y alegre, para citar a Eco en su Historia de la belleza, este himno tiene una serenidad medida y armoniosa, propia de la belleza apolínea. Un atrevimiento apasionado que el propio Nietzsche celebraría.-
Acá el video:
https://www.youtube.com/watch?v=ntCuzsNP2To
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