(Para Notify de Gamba)
Después de una semana atravesada por el arte contemporáneo, con la séptima edición de la Feria Mercado de Arte contemporáneo, quedaron desparramadas en la city diversas exposiciones que valen la pena visitar. Una que se destaca es -y vaya nombre- una mirada situada o de cómo un domicilio deviene morada que se puede visitar en el Museo Genaro Pérez, esa hermosa construcción que está ubicada en General Paz 33, pleno Centro de la Ciudad.
Quienes pasen a recorrer el espacio encontrarán en la planta baja diversas obras maestras que integran la pinacoteca del Museo. Pero al subir la escalera, la cosa se pone realmente buena. El primer piso es donde el curador Claudio Ongaro entrelazó obras de diferentes colecciones para construir una sensación de casa habitada. Se trata de una suerte de hogar intervenido artísticamente que le propone al visitante una experiencia atípica, una mirada inusual.
La recorrida sorprende a las personas expertas en arte, pero también a los visitantes habituales o los niños. Visitar esta casa dentro de otra casa, es un viaje a una dimensión paralela, a una realidad adulterada por la creatividad de tres artistas.
Entonces, con entrada gratuita y un horario que se extiende de 10 a 20, recorrer el Museo Genaro Pérez propone una planta baja con trabajos considerados “clásicos” de Córdoba, mientras que en el primer piso la mirada contrasta con una instalación caracterizada por la actualidad e imaginación. Como si el presente se hubiera vuelto doméstico y excesivo.
Después de una semana atravesada por el arte contemporáneo, con la séptima edición de la Feria Mercado de Arte contemporáneo, quedaron desparramadas en la city diversas exposiciones que valen la pena visitar. Una que se destaca es -y vaya nombre- una mirada situada o de cómo un domicilio deviene morada que se puede visitar en el Museo Genaro Pérez, esa hermosa construcción que está ubicada en General Paz 33, pleno Centro de la Ciudad.
Quienes pasen a recorrer el espacio encontrarán en la planta baja diversas obras maestras que integran la pinacoteca del Museo. Pero al subir la escalera, la cosa se pone realmente buena. El primer piso es donde el curador Claudio Ongaro entrelazó obras de diferentes colecciones para construir una sensación de casa habitada. Se trata de una suerte de hogar intervenido artísticamente que le propone al visitante una experiencia atípica, una mirada inusual.
La recorrida sorprende a las personas expertas en arte, pero también a los visitantes habituales o los niños. Visitar esta casa dentro de otra casa, es un viaje a una dimensión paralela, a una realidad adulterada por la creatividad de tres artistas.
Entonces, con entrada gratuita y un horario que se extiende de 10 a 20, recorrer el Museo Genaro Pérez propone una planta baja con trabajos considerados “clásicos” de Córdoba, mientras que en el primer piso la mirada contrasta con una instalación caracterizada por la actualidad e imaginación. Como si el presente se hubiera vuelto doméstico y excesivo.
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